jueves, 22 de diciembre de 2016

El amor en un bote de cristal

Hace unos días Elvira Sastre publicó su nuevo poemario "La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida".  En esta entrada os dejo uno de los poemas de este nuevo libro.



La soledad es mirar a unos ojos que no te miran.

Llega entonces ella, disfrazada
de pájaro, árbol y viento,
llega entonces ella, disfrazada,
atrapa una lágrima con el dedo
y la mete en un bote de cristal.


Añoro el mar,
alcanzo a decir.

domingo, 11 de diciembre de 2016

Chaqueta vaquera



Ella es una de esas chicas
que va con prisa a todas partes
y siempre llega tarde.
Una de esas que nunca acierta
cómo vestirse para salir a la calle
y no pasar ni frío ni calor,
una que lleva escritos en la mirada
todos los inviernos que ha pasado sola,
que anda descalza por sus recuerdos
sin miedo a cortarse en sus monstruos.
Una de esas que nunca olvidarías
si te hiciera una mamada,
una mujer que se viste de valentía
para ocultarme entre sus miedos.
Se ve preciosa cuando el viento la despeina
y sonríe a gota limpia cuando
le pilla la lluvia en pleno Madrid sin paraguas.
Es una chica desastre,
que siempre tiene mil cosas por hacer y en cambio,
ella prefiere escribir.

domingo, 27 de noviembre de 2016

Pasar página es cerrar el libro

  Cielo, se ha roto el reloj del salón, ni rastro queda de las notas que me dejabas en la mesilla por las mañanas, que decían: " Pequeña, he ido a comprar el desayuno. Pd: no te preocupes, a comprar tabaco ya iremos juntos". Las paredes de esta casa echan de menos nuestras peleas por el mando los viernes por la noche, cuando no nos apetece salir y a penas encuentro películas con las que gritar, como solíamos hacer nosotros, que nuestra vida no tenía nada que envidiar a su falso guión.
   
   Hace unos meses, cuando me preguntaban si existían los imposibles, yo les contestaba que no, porque para mí, era realidad lo que otros llamarían utopía. Y así fue como descubrimos que los mejores sueños se tienen despiertos.


   Pero cómo no, la vida ha venido a pedir cuentas y nuestro sistema besonómico, para nada deficitario, se ha desplomado sin que nadie nos ofrezca rescate.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Cuando sepas de mi

Os dejo uno de mis textos favoritos de Risto Mejide.

Cuando sepas de mí, tú disimula. No les cuentes que me conociste, ni que estuvimos juntos, no les expliques lo que yo fui para ti, ni lo que habríamos sido de no ser por los dos. Primero, porque jamás te creerían. Pensarán que exageras, que se te fue la mano con la medicación, que nada ni nadie pudo haber sido tan verdad ni tan cierto. Te tomarán por loca, se reirán de tu pena y te empujarán a seguir, que es la forma que tienen los demás de hacernos olvidar.
Cuando sepas de mí, tú calla y sonríe, jamás preguntes qué tal. Si me fue mal, ya se ocuparán de que te llegue. Y con todo lujo de detalles. Ya verás. Poco a poco, irán naufragando restos de mi historia contra la orilla de tu nueva vida, pedazos de recuerdos varados en la única playa del mundo sobre la que ya nunca más saldrá el sol. Y si me fue bien, tampoco tardarás mucho en enterarte, no te preocupes. Intentarán ensombrecer tu alegría echando mis supuestos éxitos como alcohol para tus heridas, y no dudarán en arrojártelo a quemarropa. Pero de nuevo te vendrá todo como a destiempo, inconexo y mal.
Qué sabrán ellos de tu alegría. Yo, que la he tenido entre mis manos y que la pude tutear como quien tutea a la felicidad, quizás. Pero ellos... nah.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Y no lo encuentro

Hoy os comparto un precioso poema de Marwan que se encuentra en su libro Todos mis futuros son contigo. 


Te sigo queriendo
y sigo buscando el verbo que te explique
todo aquello que te haría. 
Y no lo encuentro.

Y sigo buscando todo el tiempo que te debo. 
Y no lo encuentro.

Y sigo buscando un poema que te nombre
pero no encuentro el modo
de que quepa en un folio
entero el paisaje.

Y lo he intentado escribiendo ciertas cosas:

Yo quiero subirte al amor
y hacer mariposas contigo.

Si fueras un verbo 
formarías parte de una lengua diferente,
estarías aún por inventar.

Si fueras el tiempo,
serías el instante
donde quiero quedarme a vivir.

Pero las tacho todas.

Y tras un rato
encuentro por fin unas palabras,
que no es lo que te haría,
que no es tampoco el tiempo,
que no dicen tu nombre.

Las dejo aquí por si las quieres,
por si te faltan:

Eres la forma más bella
de acabar con un fracaso.

martes, 15 de noviembre de 2016

A SOLEDAD

Sé que te prometí una visa entera a tu vera, 
que te tuve en vilo,
que te encantaba calentarte los pies
con mi vacío.
Pero cuando el corazón esta frío,
la mente vuela
y tiritaba demasiado el mío.
No me guardes rencor, cariño,
alégrate por ti y por mí,
por nosotros,
por los otros,
por los míos,
porque si vuelvo a tu lado
será por elección propia
y entonces te mereceré más que nadie,
porque siempre te disfrazabas de camino,
pero los dos sabíamos que nunca serías destino.
Habrá momentos en los que te necesite,
otros en los que duerma contigo,
aunque sueñe con ella,
pero es que ella me llena como ninguna 
y a ti si te calientan te vas con cualquiera.
No digas nada, por favor,
no lo pongas más difícil y búscate a otro
que te quiera, que te cuide y que quiera descuidarse.
Gracias por enseñarte y enseñarme tanto, Sole.
Conocerte fue el primer paso para olvidarte.

David Martínez Álvarez. Herido diario

Este puto milagro divino

Yo
que siempre pestañeo
cuando pasan estrellas fugaces,
que lloro viendo anochecer en el mar
o escuchando a Ludovico Einaudi
porque me siento
incapaz
de 
abarcar
tanta
belleza
y eso me llena de tristeza,
que tengo un corazón en dos por cuatro
y un silencio entre los labios,
que temo más a la oscuridad
que a los monstruos,
que no pertenezco a ningún lugar
porque abandoné mi casa
para cohabitar con mi existencia
y debo mil facturas,
que no confío en quien me quiere
por no salir de mi rutina,
que escribo
porque no soporto mi ruido
y todo lo demás es adorno.