martes, 15 de noviembre de 2016

A SOLEDAD

Sé que te prometí una visa entera a tu vera, 
que te tuve en vilo,
que te encantaba calentarte los pies
con mi vacío.
Pero cuando el corazón esta frío,
la mente vuela
y tiritaba demasiado el mío.
No me guardes rencor, cariño,
alégrate por ti y por mí,
por nosotros,
por los otros,
por los míos,
porque si vuelvo a tu lado
será por elección propia
y entonces te mereceré más que nadie,
porque siempre te disfrazabas de camino,
pero los dos sabíamos que nunca serías destino.
Habrá momentos en los que te necesite,
otros en los que duerma contigo,
aunque sueñe con ella,
pero es que ella me llena como ninguna 
y a ti si te calientan te vas con cualquiera.
No digas nada, por favor,
no lo pongas más difícil y búscate a otro
que te quiera, que te cuide y que quiera descuidarse.
Gracias por enseñarte y enseñarme tanto, Sole.
Conocerte fue el primer paso para olvidarte.

David Martínez Álvarez. Herido diario

No hay comentarios:

Publicar un comentario